viernes, 14 de mayo de 2010

¿Usas tú también las excusas?



Si tu respuestas es sí, ya sea en menor o mayor grado, te conviene ver este vidoo.
Y, aunque no seas consciente de si lo haces o no lo haces, no te hará ningún mal visionarlo.
Creo que muchas veces nos inventamos excusas, lo que, claro, no les damos este nombre.
Si somo más o menos honestos con nosotros mismos siempre intentamos racionalizar y buscar justificaciones a nuestros actos o inhibiciones.
Lo que pasa es que debajo de la primera capa de aparente solidez, aparece, muchas veces, si nos paramos a investigarlo, el rostro perverso de la excusa.
"no tengo tiempo", "no tengo suerte","la culpa es de la crisis", "mi pareja no me entiende", "mi jefe es un incompetente", "el vecino me tiene envidia"... y acabo, porque podría llenar toda la página con encabezados de excusas.
En la excusa encontramos consuelo y justificación.
Por favor, allá tú si decides engañar a  los demás, a tu entorno, a tus relaciones. Es tu decisión. Pero no te engañes a tí mismo.
Engañar a los demás puede tener un pase cuando somos conscientes de que lo estamos haciendo. (ojo, en este aspecto concreto no estoy valorando criterios morales o éticos), pero engañarnos a nosotros mismos sólo nos puede llevar a la confusión, la inoperancia y, a largo plazo (o no tan largo) al fracaso en todos los ámbitos de nuestra vida.
Lo peor de las excusas es que nos las acabemos creyendo, porque crearemos una realidad paralela que nos aprisionará en sus garras y de la cual nos volveremos sus esclavos.
Mantente alerta.
Tú eres lo más importante.
Tú eres la herramienta de transformación.
No te excuses a tí mismo.

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