viernes, 27 de noviembre de 2015

El cambio es el Camino

SI QUIERES LLEGAR A UN SITIO DIFERENTE, NO VAYAS POR EL MISMO CAMINO...


Otra variante de esta frase seria... "si quieres lograr cosas distintas, no sigas haciendo siempre lo mismo"
Vayamos por partes.
La mayoría se supone que somos personas con inquietudes.
Queremos mejorar en la vida, ya sea profesional, personalmente, o en nivel que queramos.
Y para ello trazamos planes y nos marcamos objetivos muy diversos...
  • dejar de fumar
  • montar un negocio
  • adelgazar
  • correr una maratón
Se puede añadir un montón de ejemplos.
Otros objetivos pueden ser más modestos...
  • Tener ordenada mi habitación
  • No perder el tiempo en Facebook y demás redes sociales
  • meditar 20 minutos cada día por la mañana
Sea lo que sea.
Somos un hervidero de deseos y proyectos.
¿Se cumplen? No
La mayoría se abandonan o se diluyen en la cotidianidad.
¿Qué es lo que falla?
¿La fuerza del objetivo?
¿Nuestra fuerza de voluntad?
A mi modo de ver, falla la intensidad de la focalización. No nos enfocamos suficiente en lo que queremos y nos distraemos en rutinas secundarias.
Y falla, también, la actitud.
Y aquí volvemos a la frase del inicio.
Nos empeñamos en hacer cambios en nuestra vida -pequeños o grandes- pero paralelamente seguimos haciendo lo mismo de siempre en nuestro día a día.
Buscamos provocar cambios, que surjan casi por arte de magia, pero globalmente seguimos siendo los mismos.
Y eso puede ser admisible ante pequeños retos, pero no ante objetivos que implican cambios sustanciales.
Si quiero, por ejemplo, dejar mi trabajo porque no me satisface, y aventurarme creando mi propia Empresa, he de revolucionar mi vida.
No puedo simplemente soñar en ello, a ratos perdidos. He de implicar mi vida en ello.
No basta con cambiar el 5% de mi. 
Debo cambiar el 80%. O más.
Si quiero hacer algo diferente debo cambiar.
Y para cambiar, debo atreverme a cambiar. Y no sólo es un juego de palabras.
Debo hacer un salto, un vuelo, en mi interior.

No puedo trabajar sólo en una parcelita de mi mente.
He de aceptar que ese cambio que ha de llevarme a mi objetivo, puede obligarme a aceptar otros cambios que no tenia previstos, que pueden ser revolucionarios para mi y que además me dan miedo.

Cuando tropezamos repetidamente; postergamos o abandonamos nuestros proyectos, debemos sentarnos a reflexionar que está fallando en nosotros.
Ese proyecto, ese objetivo, es un mundo inexplorado en nuestro Ser, algo nuevo.
Y probablemente estamos intentando llegar a él por nuestros antiguos caminos trillados, cómodos y conocidos.
Quizás haya que hacer lo que aún no hemos hecho, cada uno a de descubrir el qué.
Y a veces puede no estar relacionado directamente con el objetivo.

Termino.

Haciendo lo mismo, vas a obtener lo mismo.

Puede que tengas que hacer cambios impensados