domingo, 24 de noviembre de 2013

Positivo, positivo, positivo aunque duela...



Positivo, positivo, positivo, aunque duela.
A veces, demasiadas, lo agradable es dejarse caer por la pendiente del desánimo, de la crítica, de la culpabilidad...
Encerrarse en uno mismo y mirarse el ombligo.
Aceptar, sin más, lo que nos sucede, sin lucha, y sentirnos derrotados.
El ambiente externo no ayuda precisamente. Malas noticias en prensa y en la tele; malestar en la gente que nos rodea.
Es como una nube tóxica que nos envuelve, nos aprisiona y nos impregna de una substancia viscosa que día a día nos inmoviliza.
Y así germinan las angustias, amarguras y depresiones.
No tengo el remedio milagroso, pero algo habrá que hacer, ¿no?
Tenemos una gran herramienta: nuestra mente, generadora de pensamientos. Y según como utilicemos este potencial nos puede acabar de hundir o nos va a elevar por encima de nuestra tempestad interior.
Ya decía Henry Ford que "tanto se crees que lo puedes hacer, como si crees que no lo puedes hacer , estas en lo cierto".
TODO depende de ti. Y de mi.
Y dentro de cada uno, de la forma de pensar, de la forna en que respondemos a la vida.
Cuesta luchar contra esta oscuridad del alma, pero la decisión es personal; y la lucha es posible.
Elije el sendero positivo. Elije la resistencia a la negatividad. Elije la alegría. Elije la sonrisa.
Siempre, siempre, es una cuestión de elección.
No permitas que los pensamientos negativos troten a su aire por tus redes neuronales.
Se positivo/a, siempre positivo/a.
A veces hasta duele; y cuesta y te puedes llegar a sentir ridículo/a, pero al menos te sentirás VIVO. Y VIVA.
Se consciente de cuando surgen esos pensamientos y no lo dejes crecer en paz.
Cámbialos. Piensa en otra cosa. Lucha .
Positivo, positivo, positivo.
Ya, instante a instante.
Es un combate por tu felicidad. Y te la mereces.
Podemos.


Besos...

viernes, 22 de noviembre de 2013

¿Y si el secreto de la vida estuviera frente a tus ojos ...?


Un pez le dijo a otro pez:
_Usted perdone, veo que que es más viejo y con más experiencia que yo y quizás usted pudiera ayudarme.
Dígame:
_¿Dónde puedo encontrar eso que llaman Océano? He estado buscándolo desde hace tiempo, y por todas partes, y no lo encuentro.
_ El Océano_ le contesto el viejo pez_ es dónde estás ahora mismo.
_¿Esto? Pero si no es más que agua... Lo que yo busco es el Océano_ replicó el joven pez, totalmente decepcionado, mientras se marchaba a buscar su Océano en otra parte.




martes, 5 de noviembre de 2013

Superar las grandes desgracias

El psicólogo Rafael Santandreu nos habla hoy de cómo superar las adversidades que representan las desgracias que, tarde o temprano se presentan en la vida.




Entrevista a JOE DISPENZA

El poder de nuestra mente
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A los 23 años de edad, durante un triatlón, Joe fue derribado de su bicicleta por un coche, causándole múltiples fracturas de vértebras. Varios doctores dijeron que su única esperanza de volver a andar era soldar algunas de las vértebras en una operación que le dejaría con dolor y movilidad limitada de por vida.

Pero, como quiropráctico, Joe rechazó la operación y, literalmente "pensó" su camino hacia la curación. Tres meses más tarde, Joe era capaz de caminar y funcionar como antes del accidente. Joe atribuye una gran parte de esa recuperación alpoder de su propia mente.

Esta increíble experiencia incitó a Joe a aprender sobre esta importantísima herramienta que todos tenemos - EL CEREBRO -

Dispenza se dedica al desarrollo del cerebro y la autoconciencia. La premisa del trabajo de Joe está basada en su total convicción de que toda persona en este planeta tiene en su interior el potencial latente de grandeza y habilidades ilimitadas.
A continuación podrás leer una entrevista que le hicieron a Joe en el 2007. Te recomiendo que la leas hasta el final.Es interesantísima!!!
MENTE Y MATERIA NO ESTÁN SEPARADAS
-¿Qué es una remisión espontánea?
- La súbita reversión de una enfermedad: el enfermo sana de una dolencia sin explicación médica convincente. 

- ¿Se dan a menudo curaciones de este tipo? 

- Sí se dan. Yo he presenciado casos espectaculares. Y tengo una buena noticia: podrían darse más a menudo. 

- ¿Por qué? 

- He estudiado a muchas personas que experimentaron asombrosas remisiones de graves enfermedades... y he constatado en ellas ciertos aspectos comunes. 

- ¿Cosas que podemos aplicarnos todos, entonces? 

- ¡O intentarlo, al menos! Porque esas remisiones no fueron tan espontáneas...

- Le escucho: ¿qué había en común entre esas personas? 

- Todas aceptaron que sus modos de pensar y sentir ( "he estado enfadado, odiando, envidiando..."), sus actitudes vitales, en suma, les habían ocasionado desequilibrios y disfunciones, les habían dañado la salud. 

- Ah, eso no es nada fácil de aceptar... 

- Pero se puede. Y uno puede buscar tiempo para empezar a ejercitarse en crear pensamientos grandes y felices: ¡eso está comprobado que estimula el sistema inmunológico, que estimula una neuroquímica salutífera! 

- ¿Qué más hicieron esas personas? 

- Empezaron a formularse preguntas importantes: ¿a qué persona o gran personaje admiro?, ¿a quién conozco que sea feliz, para ser igual?, ¿qué debo cambiar en mí para vivir con alegría? 

- ¿Basta con pensar en eso? 

- Es que, además, se concentraron en pensar en la nueva persona que querían ser. ¡Y eso genera ya redes neuronales nuevas! 

- ¿Estaban ya cambiando, mejorando? 

- Sin duda. Pero había algo más: todos aceptaron que la inteligencia de la vida, la inteligencia universal latía en ellos, y que podían reconectarse a ella. 

- Suena ya demasiado místico, abstracto... 

- ¡Es de una lógica radical! Mira: cada segundo pierdes diez millones de células... ¡Ahora mismo! ¿Estabas pensando en hacerlo?

- No. 

- Hay un montón de células que deciden nacer y morir a cada segundo del día y de la noche, que deciden mantener tu corazón latiendo, todos tus órganos funcionando... ¿Controla todo esto tu inteligencia racional? 

- No. 

- ¡Pues ésa es la activa inteligencia de la vida a la que me refería! ¿Ves? La aceptas: puedes conectarte, encajarte en ella. 

- ¿Y cómo lograr encajarme en ella? 

- Hoy sabemos que la meditación es muy eficaz... Y hay algo que yo practico: cada mañana, al levantarme, pienso en quién quiero ser, escojo qué quiero para ese día, para mi vida, qué ideales persigo... ¡y todo eso lo siento dentro de mí como si ya fuese real! 

- ¿Y qué sucede, señor Dispenza? 

- ¡Que vivo días asombrosos! Y que vivo todos los días como si lo fuesen. 

- ¿Está sugiriéndome que puedo crear mi realidad? 

- Todas las personas que hicieron algo grande fueron personas que vivieron en una visión, en una realidad en la que creían. Y, de este modo, la crearon. 

- Eso no es muy científico. 

- En tal caso, las partículas elementales tampoco son muy científicas... 

- ¿Por qué lo dice? 

- ¡Porque se comportan contrariando las leyes de la física mecánica! Para empezar: donde todo parece sólido, ¿qué hay? 

- ¿Qué hay? 

- ¡Abismos de vacío! 

- Muy poético. 

- No, no, es mera realidad: en el átomo, entre los electrones y el núcleo, hay inmensidades de vacío; y entre los protones y neutrones del núcleo del átomo, hay más inmensidades de vacío... O sea, los ladrillos de la materia... están vacíos. ¡La materia es mero vacío! 

- ¿Alguna otra enseñanza de física cuántica que quiera transmitirme? 

- Que mente y materia no están separadas. Los humanos, pues, podemos usar la mente subjetiva para influir en el mundo objetivo. 

- No es poco trabajo... 

- ¡De hecho, lo hemos hecho durante siglos sin darnos cuenta! 

- ¿Ah, sí? ¿Cómo? 

- Al rezar. 

- ¿Propone que recemos? 

- Orar es esto: cerrar los ojos y pensar. Y para eso no se necesita a Alá, Yahvé, Dios ni nada de eso: se basta uno. Esto es lo que propongo: ¡experimenta! Haz de tu vida tu propio experimento científico. 

- Despidámonos con algún ejemplo de experimento. 

- Una vez tomé a dos personas: una estiraba con un dedo un cordel durante una hora al día, durante cinco días a la semana, durante cuatro semanas. Su dedo ganó un 30% más de fuerza. La segunda persona hizo lo mismo... pero sólo mentalmente. 

- ¿Y? 

- ¡Su dedo ganó un 22% más de fuerza! 

- ¿Sin tocar el cordel? 

- Sin tocar el cordel. 

- Vaya... 

- Lo físico es metáfora de los psíquico. Está todo imbricado, es en el fondo lo mismo. Insisto: ¡experimenta! Enriquece tu vida con experiencias nuevas. Créalas en tu cerebro. Crea realidad con tu mente, y verifícala luego en tu entorno. Serás creador. ¡Todos lo somos! Basta con conectar con esa inteligencia cósmica de la vida, con esa mente total. Enriquécete, enriquécete...