lunes, 9 de agosto de 2010

Mi Camino

Voy siguiendo Mi Camino.
Un Camino mas entre otros muchos posibles. Y sin embargo, parece que esté atado a él; cuando no es así. Sólo es una ilusión. Puedo hacer pequeños y grandes cambios.
Puedo hacerme vegetariano.
Puedo estudiar para taxista.
Puedo ingresar en una Iglesia Evangélica.
Puedo dejarme crecer la barba.
Puedo irme a vivir al altiplano peruano.
Lo dicho, pequeños y grandes cambios.
Y cada uno inicia caminos diferentes. Unos sin apenas importancia. Trascendentes otros.
Tengo un inmenso Poder en mi interior. No, no es algo metafísico. Es una Realidad. Intangible, pero Realidad al fin y al cabo.
El Poder de tomar decisiones.
Es el Poder total. Puedo hacer lo que quiera con mi vida.
Y no soy, habitualmente, consciente. Vivo bastante amorfamente. Circulo por el carril. Sólo me permito pequeños cambios.
La mente es como una jaula. Los pensamientos, mejor dicho las creencias, son los barrotes.
Es muy difícil liberarse de uno mismo.
¡Que contrasentido! Por una parte puedo ser totalmente libre en mis decisiones. Vivir o morir está en mi mano.
Por otro lado, cada día se repite. Rituales y creencias. Cadenas invisibles que atan mi alma y mi cuerpo a una Realidad que yo perpetuo como ofrenda a una hipotética estabilidad y seguridad.
Hay momentos que dan vértigo. Uno de ellos en la Vida, es darse cuenta de que somos auténticamente libres.
Cambiando el modo de pensar lo podemos cambiar TODO.
Creemos ser lo que pensamos que somos. Sólo es una creencia.
La persistencia es una idea sobre nosotros mismos. Nos da consistencia. Nos dá una imagen y un destino. Falsa seguridad y refugio ante un mundo que se percibe como inestable.
También nos refuerza la identidad y nos aleja del nihilismo, de la nada, de la locura...
Palabras. 
¿Sólo palabras?
¿Qué puedo hacer? Es la pregunta.
¿Cómo quiero Vivir?
¿Quiero, por ejemplo, ser un alcohólico, un vagabundo, un mentiroso?
¿O quiero ser bondad y servicio? ¿Lealtad y honestidad?
Quizás nada es malo en sí.
Sólo experiencias. Sólo formas de experimentar la Vida y de responder a sus estímulos.
Pero es bueno saber que podemos elegir. El "debemos" es ya una opción personal



sábado, 7 de agosto de 2010

Vivir en el ahora

La frustración viene del pasado; nunca del presente; nunca del ahora.
En el ahora no hay juicio; no hay pensamiento organizado, que se alimente del pasado para juzgar y comparar.
En el ahora no hay proyección en un futuro totalmente inexistente.
En el ahora no puedo sentirme frustrado.
El ahora es plenitud.
En el ahora soy inocente; soy merecedor.
En el ahora soy existencia real, sin recuerdos tóxicos, ni auto recriminaciones.
Y el ahora lo tengo a mi alcance, a cada instante.
Para el ahora, el futuro es una posibilidad, que alberga un sin fin de caminos.
En el ahora, yo elijo.
En el ahora, vislumbro un pequeño resplandor de lo que es la verdadera LIBERTAD.