Concédete unos instantes, antes de comenzar cada tarea.
Sea la sesión de ejercicio físico matutino; escribir una carta; hacer una llamada; leer un libro; fregar los platos o comerse una ensalada. Cualquier actividad por trivial que parezaca.
Toma conciencia y visualízate energéticamente en esa inminente actividad.
No hace falta mucho tiempo, apenas tres o cuatro respiraciones.
No perderás el tiempo; ganarás Vida y lograrás Presencia en esa actividad futura.
¡Venga! ¡Arriba!
Como muchas mañanas comenzamos bien.
Vamos a trabajar en que no decaiga y en que estés satisfecho contigo mismo.
Saluda a tu niño interior.
Contrarresta su miedo con tu Presencia. Dale la confianza de que dominas la situación.
No dejes, que hoy, por lo menos hoy, las circunstancias simplemente decidan.
Toma el timón de tu Vida.
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