La semana pasada termine este curso de la escritora, conferenciante y coach Mónica Fuste. Al final pidió si alguien quería hacer algún comentario delante de una cámara, y con mucho gusto me brinde (sin pincháis el vídeo, aparezco el primero).
Hay un antes y un después de acabar el curso.
Hay una transmisión de conocimiento y una creación de energía, que surge del esfuerzo sinérgico de todo el grupo.
Es algo casi mágico.
En la primera sesión se encuentran un grupo de personas, desconocidas entre sí, llenas de dudas, de miedos, muchas sin objetivos claros.
Y a lo largo del Curso se produce como un despertar a una nueva conciencia. Descubrimos lo que nos bloquea, lo que nos atemoriza; nos atrevemos a ir dando forma a nuestro sueño, y a creer que de verdad es posible alcanzarlo.
No es fácil, sabemos que hay que trabajar constantemente para alcanzar el éxito.
Mónica no nos da una pócima milagrosa; nos da herramientas para trabajar; nos da confianza y nos ayuda a romper el cascarón que nos mantiene retenidos, aparentemente cómodos y calentitos, pero perdiéndonos la Vida de Verdad, la que hay ahí fuera, y que falsamente creemos que nos nos pertenece.
Un "10" a Mónica por su trabajo.
Un "10" a mis compañeros/as de Curso por su presencia y su apoyo.
Y, que caray, un "10" a mi por no resignarme a que la vida sea un lánguido discurrir del tiempo, revestido de conformismo y trivialidad.
Os dejo el vídeo:
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